lunes, 27 de julio de 2015

Corre, Conejo, John Updike




Harry Conejo Angstrom es un hombre de veinticuatro años casado, con un hijo y otro en camino que de modo inesperado huye una tarde de su casa. Conduce sin rumbo a través de la noche sin saber muy bien a dónde dirigirse. Este es el punto de partida de la novela de John Updike. ¿Quién no ha deseado un día dejar todo atrás y simplemente conducir sin rumbo fijo? Sin embargo, Harry, en su afán por cambiar algo se dedicará a tomar distintos giros, siempre sin meditarlos, que le acabarán sumiendo en un laberinto cada vez más inextricable.

La novela presenta un individuo repleto de incertidumbres que permanece anclado en un pasado de éxito como jugador de baloncesto de instituto y que no sabe digerir el presente más inmediato con su familia en primer plano. A las pocas horas de huir en coche para en una gasolinera para comprar un mapa y el empleado de la estación le mira con sorna y le pregunta por su rumbo. Esta escena resume la historia. Harry necesita un mapa porque no sabe dónde se encuentra, pero también necesita un destino. Pero a lo largo de la historia solo corre, a veces alcanza la euforia como un niño narcotizado y otras se topa con una realidad que le resulta inasumible. Pocas horas después de huir acaba en la misma localidad de la que partió y como primera solución busca a su antiguo entrenador de baloncesto, quizá para estar cerca de una gloria lejana que todavía le resulta útil.  A partir de ahí todo se enredará una y otra vez.

La narración, casi siempre centrada en el protagonista muestra, de modo ejemplar y sin emitir juicio alguno, sus acciones y su visión del mundo. Los personajes secundarios como su mujer, sus padres, sus suegros, el padre Eccles o Ruth no son meras comparsas sino que con sus reacciones retratan al propio protagonista. En mi caso la historia representa un claro ejemplo de incomprensión entre todos los personajes. Harry no entiende a su mujer, esta no entiende a su marido, el párroco que ayuda a Harry lo malinterpreta, la mujer del párroco detesta las acciones de su marido. La madre de Harry no soporta la familia de su esposa y estos creen que Harry es un niñato engreído. Harry abandona a su mujer y acaba con otra que espera algo que él no le puede dar. En su tempestad interna quizá no sea falso pero sí irreflexivo por lo que el destino final de la historia se antoja oscuro. 

Los dos primeros tercios de la novela son más interesantes porque la parte final resulta más estática, pero es solo una impresión. La manera de escribir de Updike es sencilla, sus descripciones son detalladas y se centran en lo visual aunque no son siempre efectivas a la hora de recrear las atmósferas que el autor busca. El ritmo es lento, pero necesario en este tipo de historia que se centra en las emociones y quiebros más cercanos a una persona normal, lejos de las pasiones ficticias que solo buscan el entretenimiento o la simple ensoñación. Hay amor mal entendido, muerte, desolación y también alguna esperanza. Creo que la novela muestra que no todas las reacciones deben tener una lógica. Muchas veces lo que hace peculiar al humano es que emocionalmente puede actuar sin brújula ni coherencia. Una obra recomendable que es la primera de varias que versan sobre Harry Angstrom.


2 comentarios:

  1. Parece un libro interesante...muchas veces olvidamos que necesitamos un destino para saber dónde ir...

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  2. Es una novela seria de la que se puede aprender algo.

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