domingo, 25 de mayo de 2014

La humillación, Philip Roth



Philip Roth es uno de los grandes novelistas norteamericanos. Aunque eterno candidato al Nobel, este hecho es irrelevante porque más allá de su fama y reconocimiento hay algo por encima, menos banal y más tangible: sus novelas. Escritor longevo y prolífico, sus obras son una muestra de una escritura cuidada, emocional, profunda y en muchos casos, demoledora. Roth es un excelente narrador, que moldea sus personajes y les proporciona hondura suficiente para atrapar al lector. La trama de sus novelas se emplaza en un eje secundario mientras que los personajes, sus acciones y generalmente todo aquello que los erosiona y en muchas ocasiones, destruye, acuden siempre a primer plano. En los últimos años, el ya octogenario escritor, ha publicado una serie de novelas cortas que concentran lo mejor de su prosa: Elegía, Indignación, La humillación y Némesis, por orden cronológico. Antes de desmenuzar La Humillación me gustaría hacer un paréntesis para recomendar la lectura de Elegía y Némesis, dos historias de gran calidad en las que no parece sobrar una sola palabra.

domingo, 18 de mayo de 2014

Héroes, Ray Loriga



Héroes supuso la confirmación de Ray Loriga en el panorama literario español de comienzos de los años noventa tras un primer libro, Lo peor de todo, que tuvo cierta repercusión. Con el paso del tiempo la cuestión consiste en apreciar el peso real de la obra veinte años después de su publicación (1993) para valorarla con la distancia adecuada. Tras la lectura llama la atención el impacto que generó en su momento porque tras el halo de experimentación y decadencia que impregna la obra la sensación final es de irrelevancia.

martes, 6 de mayo de 2014

Una pesadilla con aire acondicionado, Henry Miller







Henry Miller escribió Una pesadilla con aire acondicionado durante un viaje por el interior de Estados Unidos, de Nueva York a California, en los años 1941 y 1942. La obra, publicada en 1945, corresponde a un abigarrado conjunto de reflexiones, recuerdos, encuentros o anécdotas, más o menos relacionadas con el viaje que emprende y tan aleatorias como los personajes que te encuentras en un largo camino. El viaje es un hilo conductor, un pie y una excusa para plasmar en párrafos pensamientos e inquietudes, algunos todavía vigentes setenta años después.