Un tipo con magnetismo, pero sin talento. La falta de finura artística compensada por la atracción. Historias sin adornos que se ajustan al patrón del realismo sucio, estilo áspero y un perfil autobiográfico que suscita el interés de un público fiel pero que como buen fenómeno magnético también implica la repulsión. Una cuestión de polos aplicable tanto a su narrativa como a su poesía y que para el lector que no conoce a Bukowski se aclara al leer un párrafo. A las pocas líneas, esa muestra breve muestra a qué atenerse: aferrarse a la lectura o huir. Decisión del lector.