Resulta curioso que el primer
autor que repito en este blog sea Chuck Palahniuk, del que no hace mucho reseñé
su novela Pigmeo. Curioso porque
después de la decepción que supuso Pigmeo,
llama la atención que me embarcara poco después en la lectura de Monstruos invisibles, a sabiendas de que
esta novela tampoco prometía. En efecto, Monstruos
invisibles es otra novela ramplona de Palahniuk con escasos destellos, el
mismo cenagal de siempre y un final enrevesado y cáustico que llama más la
atención por el retorcimiento que por su sentido. Sin embargo, he de confesar
que aunque literariamente la obra sea deficiente, este tipo de novela de
Palahniuk se lee fácil, es digerible y, a pesar de que su trascendencia es mínima,
viene bien para determinadas ocasiones. En mi caso, un viaje al extranjero, con
transportes incómodos y escasos periodos para concentrarme me llevaron a pensar
que otra obra del autor estadounidense sería suficiente para pasar el rato. No me equivoqué.
domingo, 31 de agosto de 2014
miércoles, 6 de agosto de 2014
El día de la independencia, Richard Ford
El día de la independencia (1995) es el segundo libro de la trilogía de
Frank Bascombe que comenzó con El
periodista deportivo (1986). La historia ha dado un salto hacia delante de siete
años desde el final del primer libro. Bascombe es un hombre que pasa de los cuarenta, divorciado y con dos hijos
adolescentes, una mujer con la que mantiene una relación dispersa y una exmujer
a la que no ha terminado de olvidar. Trabaja como vendedor de casas y vive en
la apacible Haddam, en el estado de Nueva Jersey. Una vida acomodada y
tranquila que transcurre en lo que el protagonista define como "Periodo de
Existencia", una fase vital en la que lo primordial es no pensar demasiado y lo más
adecuado parece alcanzar un estado carente de dolor. El día de la independencia nos sumerge en este peculiar "Periodo de
Existencia" y nos muestra la relación de Frank Bascombe con los distintos
personajes que circundan su vida, desde aquellos con los que mantiene una
posición preferente hasta aquellos más secundarios. Los encuentros y diálogos
junto con simples observaciones realizadas, por ejemplo, desde el asiento de su
coche, permiten al lector trazar un perfil del protagonista y del mundo que lo
rodea.
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