Penelope
Fitzgerald (1916-2000) resulta una
escritora poco convencional si se tiene en cuenta que publicó su primera obra
con 58 años. Su actividad literaria e intelectual desde ese momento fue
prolífica, lo que anima a perseverar en cualquier tipo de actividad con
independencia de esa barrera que llamamos edad. Desde luego para ella no fue un
obstáculo porque desarrolló una obra literaria que hoy en día sigue vigente. Un
ejemplo lo tenemos en la reciente adaptación al cine de La librería por parte de Isabel Coixet. Sin embargo, en esta reseña toca decir algo de El inicio de la primavera, publicada en
1988 y que como apunte cabe decir que fue finalista del prestigioso premio Man
Booker.