El quinto en discordia (1970) narra
la vida de Dunstan Ramsay desde su infancia en un pequeño pueblo canadiense
llamado Deptford a comienzos del siglo pasado hasta los momentos postreros de
su existencia. La novela se corresponde a esas grandes historias que casi
pueden encuadrase en un género literario propio que toman como protagonista a
un personaje para mostrar su vida con sus altibajos, logros, sinsabores,
anhelos y frustraciones. En este caso es
el propio Ramsay el que decide escribir en primera persona el discurrir
convulso de su propia historia con la idea de que la lea el director del
instituto en el que impartió clases hasta su reciente jubilación. El detonante
para semejante arranque es un artículo publicado en el periódico del instituto
que lo dibuja como un personaje gris y anticuado. Un ofendido Ramsay decide
narrar su vida para rebatir de modo algo pueril la imagen que le atribuye el
artículo. Sin embargo, esto no es más que el artificio escogido por el escritor
canadiense Robertson Davies para dar sentido al impulso del protagonista para
tamaña empresa, pero que no tiene mayor relevancia en el posterior relato. Davies
necesita un motivo y a un personaje inerte que enmascare al verdadero
destinatario de la narración: el lector en carne y hueso que sostiene en sus
manos el libro.
El punto de partida de la historia es un hecho aparentemente insignificante: una bola de nieve lanzada por Boy Staunton a Ramsay al comienzo de una anodina noche de invierno en Deptford. Un juego inocuo entre dos niños. El infortunio se aliará con esta acción para marcar la vida de Dunstan Ramsay como la palanca del aparato de vía lo hace con un tren. Pero no solo él sino el resto de presentes en la acción deberán soportar el peso del suceso. El quinto en discordia es el primer libro de la denominada trilogía de Deptford y las dos siguientes obras tendrán como protagonistas principales a Boy Staunton y Paul Demster, ambos presentes en la acción y cuyo destino también queda determinado por las consecuencias de esa bola de nieve.
El punto de partida de la historia es un hecho aparentemente insignificante: una bola de nieve lanzada por Boy Staunton a Ramsay al comienzo de una anodina noche de invierno en Deptford. Un juego inocuo entre dos niños. El infortunio se aliará con esta acción para marcar la vida de Dunstan Ramsay como la palanca del aparato de vía lo hace con un tren. Pero no solo él sino el resto de presentes en la acción deberán soportar el peso del suceso. El quinto en discordia es el primer libro de la denominada trilogía de Deptford y las dos siguientes obras tendrán como protagonistas principales a Boy Staunton y Paul Demster, ambos presentes en la acción y cuyo destino también queda determinado por las consecuencias de esa bola de nieve.
En la novela de Davies la fuerza emana de la primera persona encarnada
en Dunstan Ramsay, de sus vivencias y sentimientos que nos conducen a una serie
de curiosos y enigmáticos lugares y a rodearnos de personajes singulares. Una
historia en la que el lector se sorprende ante un Ramsay solitario pero también
huraño, esquivo, arisco y con pocos resquicios para una sonrisa. Da la sensación
de que en las escasas ocasiones en las que el destino parece dar tregua, él
mismo o las circunstancias se empeñan en endurecer la coraza que se crea para
alejarse del mundo. Un personaje que se
hace complicado para el lector, quizá por las contradicciones que representa,
por la dificultad de aproximarse a un hombre grotesco, un auténtico superviviente.
Un ejemplo claro del carácter del protagonista es su pasión extrema por la
hagiografía, que estudia la vida de los santos, teniendo en cuenta que no es
católico y que la propia moral religiosa tuvo un papel cuando menos
controvertido en su vida.
En general, la lectura es sencilla y fluida. Quizá los lugares y los
ambientes propiciaban un mayor detenimiento pero El quinto en discordia es una obra en la que se cuenta más que se muestra. En mi caso el desarrollo de los acontecimientos me pareció
atractivo y el desenlace sólido. La obra permite reflexionar sobre la
influencia de la moral religiosa en el individuo y el colectivo, la importancia
en la vida de lo aparentemente insignificante, el papel secundario que
ejercemos en el destino de otros, la fidelidad a uno mismo, la ineludible fatalidad
e incluso sobre algo similar a la justicia poética. Quizá el único problema sea
que el Robertson Davies tensa en ocasiones la confianza del lector como con los
casuales encuentros de Ramsay y Paul Dempster. La confianza con respecto a la
obra depende de cada lector y por tanto puede que no todo el mundo acepte el testimonio
de Ramsay con el mismo interés.
El quinto en
discordia (definición)
“Dícese de
aquellos personajes que sin ser el héroe o la heroína, pero tampoco el
confidente o el villano, son igualmente importantes para el desenlace de la
trama. Dicha denominación comenzó a utilizarse en las antiguas compañías de
teatro y de ópera para referirse al actor que encarnaba estos personajes.”
Puede que Dunstan Ramsay sea un quinto en discordia, un personaje
necesario para la culminación de acciones y vidas ajenas. A la vista de los
demás, incluido el lector, puede que figure como un hombre gris y nada
entrañable, pero su historia merece la pena.
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