miércoles, 4 de junio de 2014

El tío Petros y la Conjetura de Goldbach, Apóstolos Doxiadis



El tío Petros y la Conjetura de Goldbach relata la vida de Petros Papachristos, un controvertido personaje cuya obsesión por las Matemáticas marca de modo crucial el desarrollo de su existencia. Matemático desde su mismo nacimiento tal y como reconoce, a su muerte, su sobrino, con quien mantuvo una relación peculiar, decide ejercer de narrador y contar la singular vida de su tío para dar testimonio de una biografía merecedora, según él, de algo más que el polvo del olvido.

Desde las primeras páginas de la obra se muestra la enigmática figura de un hombre retirado en una casa de campo a las afueras de Atenas, aislado y solo preocupado por el ajedrez y su huerto, del que sus hermanos hablan pestes, pero que emana un magnetismo que cautiva a su entonces joven sobrino. La curiosidad conduce a este último a indagar sobre la vida de su tío y finalmente descubre su secreto: Petros fue un gran matemático que estudió la Conjetura de Goldbach. A continuación el narrador se centra en sus dos personajes principales: por un lado el propio Petros Papachristos, un genial matemático, terco, huraño, esquivo y obsesivo hasta la extenuación, y por otro, la conjetura de Goldbach, objeto de estudio de Petros, un problema matemático de trascendencia absoluta en la novela y con una importancia más allá de la misma. Con estos dos personajes no es difícil aventurar el papel principal de las Matemáticas en la obra. El autor decide incluir como personajes del libro a grandes matemáticos tales como Hardy, Littlewood, Touring o Gödel, que interaccionan con el protagonista. Estos hombres vienen acompañados, para suerte o desgracia del lector, de teoremas y problemas matemáticos que forman parte de la novela y que, en ocasiones, invaden los párrafos con un lenguaje que puede resultar abstruso. No todos los lectores están familiarizados con los números complejos o los factoriales, por lo que la sensación en muchos momentos gravita en torno al atasco.

La lucha abierta con la Conjetura de Goldbach es un acto lacerante. La decisión de emplear todo su talento en un reto a priori inalcanzable muestra un tema clave en la obra: la conveniencia de enfocar las decisiones y los subsecuentes esfuerzos en metas realistas. Petros subraya que solo la resolución del problema más complicado supone algo por encima de la mediocridad. Necesita pasar a la Historia con mayúsculas. Sin embargo, el precio a pagar será alto y el resultado imaginable para el lector, habida cuenta de que la Conjetura de Goldbach continúa a día de hoy sin resolver. Esta elección determinará completamente su devenir y permite reflexionar sobre la decisión del protagonista, sobre las excusas, el fracaso y el perjuicio de plantear metas imposibles. Por esta razón, Petros se presenta en muchas ocasiones como un personaje alejado del mundo real, con el que empatizar es prácticamente imposible y cuyo talento para las Matemáticas es inversamente proporcional a su conocimiento del mundo al que pertenecen el resto de los mortales, que le resultan completamente ajenos. Solo el sobrino-narrador suaviza y dulcifica la aspereza de Petros y permite que el lector pueda momentáneamente compadecerse de él. Para contar la historia de Petros se dan varios saltos en el tiempo, se parte de la niñez del sobrino hasta que concluye los estudios y se vuelve al pasado para contar la juventud de Petros y su relación con la Conjetura. Precisamente en el relato del pasado del protagonista el propio sobrino anuncia un cambio en su narración de primera a tercera persona que resulta cuando menos llamativo. Probablemente la intención se orienta en lograr mayor naturalidad en unos acontecimientos no vividos por el narrador y que contados en primera persona resultarían forzados y poco naturales.

El tío Petros y la Conjetura de Goldbach es un libro sencillo y sin pretensiones que mantiene cierto misterio en torno a la figura del protagonista y la propia Conjetura de Goldbach y que se lee con cierta soltura, aunque haya párrafos enmarañados. A veces surgen dudas acerca del propio desarrollo de la historia, cuesta aproximarse a las motivaciones del extravagante Petros, incluso en ocasiones decae la intensidad en la narración. A favor del autor hay que decir que consigue cerrar la historia con dignidad en un final sobrio y que logra atraer la atención hacia un universo tan complejo como es el de las Matemáticas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario