Estrella distante, Roberto Bolaño

       Estrella distante fue la primera obra de Bolaño que se publicó en España y además se considera una de las más importantes del autor. Una muy buena novela en la que parece no sobrar ni una palabra y que nos acerca a la inquietante figura de Carlos Wieder desde poco antes del golpe militar chileno de 1973 hasta un tiempo presente a comienzos de los años noventa. Un personaje descrito desde la distancia que seguro generará en el lector dosis de repulsión y misterio pero al que nunca llegará a conocer.

      La historia se construye fundamentalmente a partir de testimonios en retrospectiva. Desde el presente, el narrador, una especie de alter ego del propio Bolaño, nos aporta su conocimiento del tal Wieder mediante una narración en estilo indirecto bien trabajada. Realmente su contacto en persona se limita a unos talleres de poesía cuando era joven y el resto son cartas, opiniones, recortes de prensa e incluso meros rumores. El narrador nos cuenta lo que se sabe de este personaje y construye una historia en la que los detalles son difusos para que el lector se forme una visión  fragmentaria de Wieder. Violencia contenida, enigma cercano al terror o arte al servicio del régimen se entremezclan en el relato. Prefiero no desgranar nada del esquivo Wieder pero puedo decir que es tan insólito como aberrante. Bolaño parte de un gran comienzo sin muchos rodeos y plantea un ritmo en el que las digresiones y el trasfondo de poetas y escritores, arte y crítica, no erosionan el relato. Cada personaje aporta su grano de arena y el mosaico no desmerece en ningún momento. Bolaño consigue cerrar la historia en un final logrado.

       En definitiva una obra muy recomendable que además, por su brevedad, se cae de las manos. Requiere atención y delicadeza por parte del lector porque no es convencional. Además resulta interesante como Bolaño sobrevuela el horror del golpe chileno y la disgregación que causó para ofrecer un retrato que incluso cuenta con escenas en las que se palpa el horror. Hay una en concreto en la que varias personas esperan a entrar en fila india en una habitación que es de una tensión extrema. Supongo que Bolaño quiso hablar de temas que conocía como el golpe, el exilio o la árida vida del poeta y para ello tomó la historia de una especie de antagonista como Carlos Wieder, que no se olvidará fácilmente.