miércoles, 30 de abril de 2014

Cosa de risa, William Saroyan





     Hace unos meses navegando por Internet encontré una lista de diez escritores clásicos reeditados de la literatura norteamericana. Entre ellos figuraba William Saroyan, un autor que alcanzó cierta notoriedad a mediados del siglo XX pero que después cayó en el olvido. En los últimos tiempos la editorial Acantilado ha publicado algunas de las obras de Saroyan como es el caso de Cosa de Risa.
      El matrimonio Nazarenus viaja a una casa propiedad del hermano del marido para pasar unos días de asueto con sus hijos.  Es una casa en el campo, con un viñedo y toda la tranquilidad del mundo para disfrutar de la calma en familia. En principio nada debe romper lo anodino de este periodo de descanso, pero la primera noche Eve confiesa a su marido Evan que está embarazada de otro hombre. La revelación golpea de tal modo a Evan que directamente huye a San Francisco para desahogarse con su hermano, pero antes de que amanezca y los niños se levanten, está de vuelta en casa sin saber muy bien qué va suceder. La obra relata esos días posteriores traducidos en un océano revuelto en el que se entremezcla la furia, el deseo de salir adelante y la sensación de derrumbe. Evan ha de luchar consigo mismo y con la inestabilidad de su esposa para evitar tomar el camino de la destrucción. 
         Cosa de risa es una novela de sentimientos soterrados en la que el devenir de los acontecimientos se enreda en un callejón sin salida.  La tensión, el amor, la duda o el precipicio aparecen de modo constante en la tormentosa relación del matrimonio Nazarenus.  Para contar esta historia Saroyan emplea de modo inteligente a narradores centrados en distintos personajes. Unas veces se perciben los problemas a través de la opinión de un vecino o mediante los ojos del hijo mayor. En ocasiones es el propio Evan el que desmenuza sus preocupaciones. Esto permite obtener una especie de visión periférica de los personajes principales y de los propios acontecimientos que en contra de lo que puede parecer acerca al lector al sufrimiento de los protagonistas. Destaca la enigmática figura del hermano de Evan, cuyo papel es relevante en la historia.  Quizá el desenlace de la novela resulte un tanto exagerado, con una cadena de acontecimientos en las últimas quince páginas que permiten cerrar la historia sin ningún cabo suelto pero que en mi opinión son un tanto excesivos e  innecesarios. Esto no empaña una obra notable que requiere el compromiso del lector con una lectura atenta y detenida. Mención especial para los crípticos diálogos entre Eve y Evan. Creo que la recompensa es satisfactoria, con una historia abocada al desastre en la que el lector se acerca y se hace partícipe. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario