Houllebecq es el de siempre, aquel de Ampliación del campo de batalla, Plataforma o Las partículas elementales. Un tío que no escribe particularmente bien, que en Serotonina no configura siquiera una historia, mucho menos una trama y que se limita a epatar, a ser políticamente incorrecto. Algunas veces, muchas, solo lanza mierda contra el lector, que si sabe guarecerse llega a disfrutar del vuelo de perdigonazos, pero que puede cansarse a la primera hoja. Houllebecq sigue siendo él, no hay muchos más como él y desde luego sabe tocar la tecla para incomodar con toda clase de anécdotas que muestran las fisuras o quizá más bien grietas, de la clase media europea. Lo que Ford o Roth hacen con lenguaje y sutileza, Houllebecq lo hace mediante un pedo supersónico a última hora de la tarde. Está claro que me ha contagiado su escritura y delirio.
Opiniones literarias de Kreines
Reseñas desde una habitación oscura
lunes, 3 de octubre de 2022
viernes, 26 de noviembre de 2021
Sueños de Bunker Hill, John Fante
Para mí el mejor libro de John Fante es La hermandad de la uva. Después de leerlo no se te olvida que un vino tinto y oscuro es un morapio. Es algo que te puede servir si vas a un concurso de televisión o para contarlo en una primera cita, siempre con el ánimo de conseguir una segunda. Pero lo importante del morapio de Fante es recordar el vino de Musso y por descontado al temerario y borrascoso cantero de los Abruzzos, Nick Molise. Quizá esto no tenga un sentido útil, pero será la fehaciente prueba de que la literatura te ha impregnado, la demostración de que eres un crédulo literario. Un crédulo probablemente sin amor y sin dinero que en las noches de insomnio recordará fanfarronadas etílicas dichas a la sombra de una parra.
sábado, 13 de noviembre de 2021
Historias de un agente inmobiliario, Jacobo Armero
jueves, 23 de septiembre de 2021
París no se acaba nunca, Enrique Vila Matas
El protagonista viaja a París con el propósito de escribir su primera novela. No es otro que ese difuso alter ego del propio Vila-Matas en el que nunca sabemos lo real, pero en el que todo es ficción y que alige París por razones obvias de compañías y ambientes propicios. Joven e inexperto, culpa a Hemingway de su camino. Una manera como otra cualquiera de culpar a la literatura. Entre palabras esquivas, muchas veces no encontradas, urdidas en una buhardilla que le alquila la mismísima Marguerite Duras, se permite una suerte de desvaríos y digresiones. Un viaje plagado de anécdotas, muchas veces hilarantes, lugares u obras míticos o que se mitifican al ser leídos. Un viaje vilamatiano. El escenario eterno es París, pero ese París literario, artístico, que embriaga y confunde y que en sobredosis quizá puede hacer que una obra se escriba sola, que fluyan las palabras. Y si no, al menos pasar un buen rato.
viernes, 28 de mayo de 2021
Zuckerman desencadenado, Philip Roth
Antes de que el revisionismo cultural ataque a Roth y pase a ser uno de esos escritores señalados porque sus textos no se adaptan al canon cultural del momento conviene decir que sus obras son un ejemplo representativo de la literatura realista norteamericana del siglo XX, con una calidad indudable y un impacto emocional sin paliativos. Zuckerman desencadenado se encuadra en la serie de textos que tratan sobre ese alter ego de Roth que es Zuckerman.
miércoles, 19 de mayo de 2021
Manual para mujeres de la limpieza, Lucia Berlin
En las escuelas de escritura se enseña a los alumnos obras de Chejov o Carver y se les anima a devorar maravillas de Cortázar, Hemingway, Cheever o Bolaño. Este libro de Lucia Berlin, de corte carveriano, aunque con un color particular, merece un hueco entre las lecturas y referentes de aquellos que amarán el relato, soñarán con la novela y nunca dejarán de ser lectores.
sábado, 20 de febrero de 2021
El paso siguiente en el baile (Tim Gautreaux)
No puedo divagar porque enseguida te cansarás y lo único que quieres saber es si merece la pena leer este libro. Una respuesta rápida. Sí, léelo, porque es una buena novela realista. Diálogos creíbles, descripciones precisas, escenas evocadoras. Calidad literaria al servicio de la narración.